viernes, 21 de julio de 2017

Berlín

Este viaje a Berlín ha sido una escapada que llevaba tiempo dejando de lado, nunca me atrajo la idea. Siempre surgía otro lugar mejor. Cada uno tenemos nuestras preferencias, a mi me gustan lugares con edificios antiguos y Berlín tiene muchos edificios nuevos, sobre todo a partir de la reunificación alemana en 1990. Se pusieron manos a la obra ya que después de la segunda Guerra Mundial la ciudad quedó muy devastada. Al reunificarse prepararon a Berlín para ser la nueva capital de una incipiente Alemania unida. Estuvieron divididas durante cuatro décadas después de haber estado ocupada por los ejércitos que derrotaron a la Alemania Nazi en 1945 al final de la Segunda Guerra Mundial. A la caída del Muro, se abría una nueva intervención urbanística y arquitectónica muy ambiciosa.
Una vez visitado no me decepcionó en absoluto, es una ciudad diferente, muy cosmopolita, y sobre todo con mucha historia.

Para empezar he de decir que moverse por Berlín es muy fácil, hay una red de transportes que funciona bastante bien.
Empezaremos por la llegada al aeropuerto, nosotros llegamos al aeropuerto de Schönefeld, que está a 24 km del centro. Durante muchos años fue el único aeropuerto civil de la RDA y el único que daba servicio a Berlín este.
Para ir del citado aeropuerto al centro lo más rápido y económico es el Airport Express, salen los trenes cada 30 minutos y se tarda en llegar apenas media hora. También tenéis otras opciones como los trenes de cercanías, pero son más lentos. Los taxis y los servicios de traslado, que son similares, el servicio es cómodo, el tiempo el mismo, unos 30 minutos, pero es más caro, 45 euros frente a 3,40 del Airport Express.
En media hora estábamos en Alexanderplatz, lo que podemos  considerar el centro neurálgico de Berlín, es uno de los principales puntos de reunión de la capital. Allí teníamos el hotel.
Es inconfundible, desde ahí se ve la Torre de Televisión de Berlín (Fernshturm), que a día de hoy sigue siendo uno de los edificios más altos de Europa. Se construyó en 1969 para demostrar el poder de su gobierno. El acontecimiento más importante que ocurrió allí fueron las protestas del 4 de noviembre de 1989, ese día medio millón de personas se manifestaron contra el gobierno comunista. Cinco días después, el 9 de noviembre, el gobierno anunció la libertad para cruzar el Muro de Berlín. En la plaza también destaca el famoso Reloj Mundial, tiene un mecanismo que permite ver la hora actual en cada zona del planeta.
Una vez instalados en el hotel, deshicimos maletas y nos pusimos cómodos, porque teníamos reservado un tour para conocer Berlín a las tres  y media de la tarde, era el mejor comienzo, primero que te cuenten y luego experimentar por nuestra cuenta. Como habíamos llegado muy pronto -a las nueve aprox. estábamos aterrizando- nos dio tiempo a darnos una vueltecita por el centro, irnos a ver el Museo de Pérgamo, comer y a las tres y media ya estábamos en Alexanderplatz que era el lugar de la cita.


El tour es totalmente recomendable, ya que es la mejor manera de orientarse por la ciudad y a la vez disfrutaréis de un fascinante repaso de la historia de Berlín, cuyos acontecimientos han marcado tanto en el devenir de la historia del siglo XX.
Comenzaron enseñándonos el Berlín imperial, la capital del Reino de Prusia y del Imperio Alemán. De las primeras cosas que vimos fue la imponente Catedral Protestante, es el edificio religioso más representativo de la ciudad, que nunca ha albergado a un obispo católico. Está inspirada en el Renacimiento Italiano. El templo quedó prácticamente destruido después de la Segunda Guerra Mundial, y los trabajos de restauración han durado décadas. El Palacio Imperial se encontraba en la misma calle, ahora rebautizado con el nombre de Foro Humboldt.
Y junto a la Catedral y el Palacio Imperial nos encontramos con la Isla de los Museos, complejo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. es uno de los conjuntos museísticos más importantes del mundo. Alberga el Museo de Pérgamo, el Museo Antiguo, el Museo Nuevo, la Antigua Galería Nacional y el Museo Bode. Si queréis visitarlos podéis sacaros una entrada general que vale para todos los museos, y es más económica.



Más tarde, estuvimos paseando por una de las principales avenidas de Berlín, el bulevar "Unter den Linden" (Bajo los Tilos), que alberga algunos de los edificios más importantes de la capital alemana, en uno de los extremos está la Puerta de Brandenburgo, símbolo de Alemania, que será donde finalmente acabaremos la visita turística, pero aún nos queda mucho que ver.
Pasamos por la Universidad de Humboldt, situada en la citada calle. Es la más antigua de la ciudad y ha servido de modelo a otras universidades europeas y americanas, como la Universidad de Harvard.  Por aquí han pasado grandes intelectuales y científicos, así como 29 ganadores de un "Premio Nobel" como fue Albert Einstein.
Y seguimos paseando por la historia. Al lado se encuentra la Bebelplatz, plaza conocida debido a los acontecimientos que tuvieron lugar la noche del 10 de mayo de 1933, cuando fue escenario de una hoguera en la que se quemaron miles de libros de algunos autores censurados por los nazis, autores como Sigmund Freud, Karl Marx etc.  En esa Plaza se encuentra la antigua Biblioteca Nacional, que actualmente es la Facultad de derecho. En mitad de la plaza hay una placa en la que  el Poeta Heinrich Heine profetizó: "Donde se queman libros se termina quemando personas" , y años después así fue. Y para conmemorar ese día, cada 10 de Mayo, los estudiantes de la Universidad de Humboldt realizan cada año un mercadillo de libros para recordar lo sucedido en la plaza. Allí al lado puede verse un monumento conmemorativo de la quema de libros, que consiste en una gran losa de cristal sobre el suelo a través de la cual pueden verse estantes de libros vacíos en el subsuelo.
En esta misma plaza además de la Universidad de Humboldt, se encuentran otros edificios como la Opera de Berlín y la Catedral de Santa Eduvigis, la iglesia católica romana más antigua de la ciudad.
Seguimos con la plaza considerada la más bella de la ciudad, Gendarmenmarkt



La Plaza Gendarmenmarkt (Plaza de los Gendarmes) fue construida en el siglo XII, el nombre viene del Regimiento Gens d´Armes (hombres armados) que se encontraban acuartelados en ella.
A ambos lados de la plaza puede verse dos iglesias barrocas idénticas, en la zona norte la Iglesia Francesa, construida para los hugonotes franceses y en la zona sur la Iglesia Alemana, construida para los calvinistas alemanes. La iglesia alemana sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial y en 1980 fue transformada en un centro artístico, más tarde se convirtió en un museo sobre la historia de la democracia alemana.
Entre las dos iglesias se encuentra el Konzerthaus Berlín, es la sede de la Orquesta Sinfónica de Berlín, que también estuvo muy dañada durante la guerra y fue reconstruida.

Checkpoint Charlie
Como seguimos con la historia que nos va contando el guía, ahora nos adentramos en los años más oscuros de la Guerra fría, vamos a visitar el Checkpoint Charlie, fue el paso más conocido de los utilizados durante esa época para cruzar de Berlín Oeste a Berlín Este. Uno de los pocos pasos que había después de la construcción del Muro, ya que había muy pocas fronteras.
El Checkpoint Charlie fue escenario de huidas espectaculares de Berlín Este, algunas especialmente trágicas, como la muerte de Peter Fechter, desangrado en 1962 ante los ojos de los que habitaban Berlín Oeste.
El punto de control fue derruido el 22 de junio de 1990 , no quedó nada que lo recordase excepto en el Museo del Muro. El 13 de Agosto de 2000 se inauguró una reconstrucción de la primera caseta de control.
Desde 2001 se encuentra instalada una réplica del cartel que años atrás advertía a los ciudadanos: "Está abandonando el sector americano"
El Checkpoint Charlie es una de las atracciones turísticas de Berlín.
Ese tubo rosa que se ve en la fotografía, es provisional, y Berlín esta lleno de estos tubos de distintos colores y en lugares diferentes. Nos explicó el guía que como constantemente están en obras, para pasar el agua de unos lugares a otros provisionalmente colocan esos tubos, que curiosamente van por arriba en lugar de ir por tierra como hacen en la mayoría de lugares. El guía también nos cuenta que si vas a Berlín no te puedes venir sin haber sacado en las fotografías algún tubo y alguna grúa, ya que constantemente están en obras... una ciudad en constante renovación.

Hotel Adlon

Más tarde nos llevaron donde estuvo el Bunker en el que  el Fuhrer vivió sus últimas horas, y nos cuentan los atentados fallidos que tuvo Hitler antes del desenlace final.
De ahí fuimos al Memorial a los Judíos asesinados en Europa, es un monumento que recuerda en Berlín a los judíos víctimas del holocausto también llamado Monumento del holocausto.
Por último llegamos a la Puerta de Brandemburgo, donde terminamos el tour, como ya os comenté al principio. Frente a la Puerta de Brandemburgo, nos encontramos con el famoso Hotel Adlon, muy conocido internacionalmente.  Inspiró la película "Gran Hotel". Entre sus visitantes se contaron famosos como Charlie Chaplin, Marlene Dietrich, etc  Es el hotel favorito de diplomáticos, gobernantes y periodistas. Pero quien realmente lo hizo famoso fue Michael Jackson, porque tras su llegada a Alemania, y subir a la habitación del hotel Adlon, al ver todos los fans agolpados a las puertas del hotel, no se le ocurrió otra cosa que asomarse al balcón con el pequeño de sus tres hijos, de apenas un año y balancearle durante unos segundos por encima de la barandilla para que sus seguidores pudieran verle, aunque le tapó la cara con un pañuelo blanco, que luego tiró a sus fans por la ventana.

El tour merece la pena, ya que te sitúa muy bien en el lugar y contexto donde sucedió todo y te van llevando a los lugares donde sucedieron las historias que te van contando. El paseo dura unas tres horas, muy bien aprovechadas.




Puerta de Ishtar (Museo de Pérgamo)
Un consejo, si os gusta el arte, compraos la tarjeta Museum Pass para poder visitar durante tres días todos los Museos de Berlín que te interesen, merece la pena. Berlín tiene una oferta cultural muy variada.
Como os dije anteriormente, por la mañana estuvimos en el Museo de Pérgamo, uno de los que forma parte de la isla de los museos, un complejo que agrupa varios de los edificios más representativos de Berlín.  La curiosidad de este museo está en que no se hizo para albergar obras de arte, sino que primero se trajeron las obras de arte y después en función de ellas, se construyó el edificio. Por eso las propias maravillas, la mayoría arquitectónicas, forman parte del mismo museo, como columnas o las paredes del edificio. La obra más destacada es "El Altar de Pérgamo", es el Altar de Zeus que se encontraba en Pérgamo, que es lo que dio nombre al edificio, fue transportado y reconstruido aquí en Berlín y es la obra más destacada del museo (ahora en reformas, lleva desde el año 2014 hasta 2019, cuando está previsto que concluya el complicado proceso de renovación de esta obra de 2200 años de historia). Merece la pena visitarlo.
Son tres museos en uno, colección de Antigüedades clásicas, el Museo del Antiguo Oriente Próximo y el Museo de Arte islámico.
Luego, en días sucesivos fuimos visitando distintos museos, a destacar el "Neues Museum" " (Museo Nuevo), uno de los más impresionantes sobre el mundo antiguo con una importante colección arqueológica y lo más destacable, la que alberga el busto de Nefertiti, de más de 3000 años de antigüedad.
Y por último, si os gusta la pintura, el Museo "Alte Natonalgalerie" (Galeria Nacional antigua), que alberga unas de las más grandes colecciones de pintura y escultura del siglo XIX.

Beso Fraterno


Otro día hicimos el Tour del Muro de Berlín y la Guerra Fría, lo teníamos reservado. Para mí fue uno de los imprescindibles del viaje, su duración es de tres horas, pero la guía estuvo con nosotros cuatro horas y pico. Se notaba que le gustaba lo que hacía... Es como viajar en la historia de esos años, duros años de la Guerra fría, donde Alemania estaba dividida y se notaba la tensión entre las dos potencias, los EEUU de América y la Unión Soviética.
El Muro de Berlín fue un muro de seguridad que se construyó entre la zona berlinesa de la RFA, Berlín Oeste, y la RDA (República Democrática Alemana), Berlín Este. Este Muro está denominado por la RDA como Muro de Protección Antifascista, y por la opinión pública occidental y los medios de comunicación, como "Muro de la Vergüenza". Lo grave de este asunto es que se levantó de la noche a la mañana y muchas familias quedaron divididas, rotas desde ese día. Se levantó la noche del 12 al 13 de Agosto de 1961. Hubo auténticos dramas, ya que se hizo sin avisar y a muchos les pilló al otro lado por diversos motivos, hijos que habían ido a visitar a sus padres, pero tenían sus familias al otro lado, infinitas historias a cual más dramática.
Con esta medida, la RDA quiso frenar la constante fuga de ciudadanos hacia la Alemania occidental que el país llevaba experimentando desde su fundación en 1949.  
Memorial de Bernauer Strasse

Comenzamos viendo El Palacio de las lágrimas, el nombre lo dice todo, era un lugar donde familiares y amigos se despedían para pasar al otro lado. Es un edificio en la estación de Friedrichstrasse, ocupado por un puesto fronterizo donde se realizaba el control de aduanas para pasar de Berlín Este a Berlín Oeste y hoy día contiene una exposición sobre la división de la ciudad con testimonios reales, maletas, visados y objetos personales de los viajeros. También están las cabinas donde eran interrogados durante un tiempo interminable, antes de dejarles pasar y muchos de ellos no lo lograban...
Este lugar es lo que queda para poder rememorar la vida cotidiana de la Alemania dividida, que todo el mundo quiere olvidar. Si causa dolor incluso a personas ajenas con tan solo oír sus historias, que no produciría a sus protagonistas...
Y creo que esto es algo que tenemos que conocer todos, no podemos estar ajenos a la historia, aunque sea duro reconocerlo.
De aquí seguimos hasta el Memorial de Bernauer Strasse, Es el centro de documentación sobre el Muro, que da una visión de conjunto sobre la historia del Muro de Berlín. Junto a la antigua línea fronteriza de la Bernauer Strasse se encuentra un trozo de muro con la línea fronteriza y una torre de vigilancia. También se encuentra una especie de muro que contiene fotografías de personas fallecidas por cruzar el muro, personas desesperadas que no aguantaban más estar separados de sus familias.


Nos relataron muchas historias, entre ellas la de
Peter Fechter, se considera la víctima más famosa del Muro de Berlín,  que con tan sólo 18 años muere intentando cruzar el muro.  El plan consistía en esconderse en un taller de carpintería cerca del muro, para observar el movimiento de los guardias desde allí y poder saltar desde una ventana en el momento adecuado hasta el llamado corredor de la muerte (una franja de tierra entre el muro principal y un muro paralelo que recientemente se había empezado a construir) y correr por el mismo hasta una pared cercana a Checkpoint Charlie, en Berlín occidental. Cuando intentó escalar el muro, los guardias le dispararon, Fechter fue alcanzado en la pelvis,  a la vista de cientos de testigos cayó de nuevo hacia el corredor de la muerte del lado este, donde quedó a la vista de la gente situado en el lado occidental.  Fue visto por mucha gente, incluidos periodistas. A pesar de sus gritos, según testigos no obtuvo ayuda médica y del lado Oeste solo pudieron tirarle un botiquín, que no sirvió de mucho, Peter fue desangrado hasta morir una hora más tarde. Casi una hora duró su agonía ante la vista impotente de ambos lados de la frontera. Poco después manifestantes gritaban asesinos a los guardias del lado Este de la frontera.
Como anécdota, os diré que diez años después surge la canción "Libre" de Nino Bravo dedicada a Peter Fechter, cosa que no todo el mundo sabe... os dejaré un trocito de la canción:

"Tiene casi veinte años y ya está
cansado de soñar;
pero tras la frontera está su hogar,
su mundo y su ciudad.

Piensa que la alambrada sólo es
un trozo de metal
algo que nunca puede detener
sus ansias de volar"...



De ahí nos fuimos a los célebres murales de la East Side Gallery, tienen una longitud de 1.316 metros, es el tramo más largo del Muro de Berlín que se conserva en pie, se trata de un sector del llamado "muro interior", como os dije anteriormente en realidad eran dos muros y en el medio estaba la franja de la muerte.
La East Side Gallery se encuentra en el distrito de Friedrichshain, está en un espacio público y el acceso es gratuito. Es la Galería más grande del mundo al aire libre, más e 129 artistas procedentes de 20 países distintos pintaron 106 murales como homenaje a la libertad. Desde noviembre de 1991 todo el arte de la East Side Gallery está bajo protección monumental. Fue catalogado como patrimonio artístico, protegido para evitar que la acción de grafiteros y vándalos deteriore los murales. SE hizo como un canto a la LIBERTAD.












Test the Rest




Toda esta enorme colección de pinturas que forman la galería de arte se hizo para expresar la alegría que causó a la población la caída del Muro, que simbolizó el fin de la Guerra Fría.
Los murales estaban llenos de cargas de esperanza, sueños, sentimientos de libertad recobrada. Entre las pintadas más significativas, está el "Beso fraterno" entre Leonid Brézhnev y Erich Honecker, los que dirigían la Unión Soviética y la RDA respectivamente. Fue tomada de una foto de ambos líderes comunistas. Otra de las más significativas es la titulada "Test the Rest", donde aparece un coche de la época de la RDA, el trabant, llamado popularmente "Trabi", atravesando la pared de hormigón. La matricula del vehiculo es NOV.9-89, la fecha en la que el muro se vino abajo pacíficamente.

Y después de esto, podéis decir que habéis visto lo esencial de Berlín, pero ya sabéis que conocer bien una ciudad, lleva mucho tiempo y varias visitas. Lo más importante es pasear por sus calles, es la mejor forma de conocer un lugar, además  siempre encuentras algún lugar que te acaba sorprendiendo...

En cuanto a la restauración nos sorprendió gratamente, es bastante asequible comparado con otros países europeos. Es similar a España, puedes elegir, desde los Restaurantes más glamurosos a los más sencillos. Os recomiendo dos, para ocasiones diferentes, uno es el restaurante más antiguo de Berlín, el  "Zur Letzten Instanz", se toma comida típica alemana como el codillo. Entre sus comensales se dice que comió Napoleón, eso es difícil de comprobar, pero Angela Merkel, no hace mucho que lo visitó. Se encuentra en la zona de Mitte, el principal distrito de Berlín, donde se encuentra el centro histórico de la ciudad. Muy cerca de Alexanderplatz, el corazón de Berlín.
Otro Restaurante para recomendar se encuentra en Karl-Liebknecht-Strasse y se llama "Hofbräu München", le teníamos al lado de nuestro hotel, también al lado de Alexanderplatz, en Mitte. Este no le habíamos buscado previamente, fue casual. Un día antes de subir al hotel vimos una terracita con muy buena pinta y nos sentamos a picar algo. Al día siguiente reservamos para cenar dentro, era enorme, con música en directo, bailes típicos y los camareros iban vestidos con trajes regionales. Es totalmente diferente al anterior, el anterior es más serio y éste más divertido, todo depende del momento y la compañía (en pareja, con niños...).






















viernes, 7 de julio de 2017

BULGARIA

Hoy os voy a contar el viaje a Bulgaria que realizamos hace ya algunos años, en el 2009. Fue un viaje muy especial y distinto a los que solemos hacer por nuestra cuenta, éste era un viaje organizado. Bulgaria no era un lugar muy turístico donde la gente solía ir de vacaciones, era un país del este, que aún conservaba muchos rasgos y costumbres típicas del comunismo.
Fue un viaje muy bonito por muchos motivos, uno de ellos y el más importante es que conocimos a gente estupenda en el transcurso del viaje, hicimos amigos que hoy en día seguimos manteniendo. 
Bulgaria es un país con unos paisajes espectaculares, geográficamente es muy diversa, podemos encontrarnos desde paisajes montañosos con picos nevados en las montañas de los Balcanes, hasta la costa del Mar Negro cálida y soleada. En cuanto al clima también es variado, tenemos la parte continental en la llanura del Danubio y la parte mediterránea por los Valles de Macedonia. 


Al hablar de Bulgaria no debemos olvidar que es el mayor productor mundial de aceite extraído de las rosas, este aceite es exportado y se utiliza en múltiples productos como chocolates, licores, mermeladas y por supuesto perfumes, grandes perfumerías del mundo (Channel, Dior, Kenzo, Paco Raban o Boss) cuentan en sus mezclas con este componente.
Todos los años en Junio hacen "El Festival de la Rosa" y es cuando la recolectan para luego utilizarla para los fines que hemos descrito.
El lugar donde se da principalmente este cultivo de la rosa está cerca de la ciudad de Kazanlak, en el centro de Bulgaria. En época de cosecha más de 2000 personas trabajan recogiendo las rosas, y lo celebran con un colorido festival, que tiene lugar todos los años a principios de Junio y en esos días se concentran muchas actividades para los visitantes, como por ejemplo recoger ellos mismos rosas de los campos próximos a la ciudad o visitar las fábricas caseras de destilación de aceite de rosa, degustar tartas con mermelada de rosas, probar licores y por supuesto visitar el Museo de la Rosa.

Nuestra estancia en Bulgaria,  la hicimos en tres sitios diferentes, para poder visitarla en su totalidad, primero fuimos unos días a Varna, lugar turístico en la costa del mar Negro, que se encuentra hacia el este. Luego estuvimos en Ribaritza, un lugar en plena naturaleza y finalmente Sofia, la capital. En base a esos tres sitios, nos fuimos desplazando para hacer el recorrido planeado.
Estuvimos una quincena, nos dio tiempo a todo, eso sí no paramos... e hicimos de todo y muy variado, desde darnos  masajes (allí son muy típicos), bañarnos en aguas sulfatadas en piscinas al borde del mar, montar en globo, jugar al paintball..

El primer día llegamos a Sofia, donde hicimos escala y tomamos un vuelo interior hacia Varna, que es la capital del turismo vacacional de la costa del mar Negro de Bulgaria. Varna compite con las grandes ciudades de Sofía y Plovdiv, en su oferta de atracciones culturales y edificios históricos, museos y galerías de arte. Cenamos en el hotel, que nos gustó mucho porque estaba muy bien situado, pegado al mar. Recorrimos la zona para verlo de noche.
Al día siguiente nos levantamos y nos fuimos a visitar el centro de la ciudad, visitamos la "Asunción de la Virgen" que es uno de los iconos de Varna, situada en el centro de la ciudad. Es la segunda en tamaño del país y fue construida en el siglo XIX para conmemorar a los rusos que murieron defendiendo Bulgaria del enemigo otomano. El interior era muy bonito.

Paseamos por sus calles, con esos edificios de colores tan típicos de allí... no hay nada mejor para conocer una ciudad que recorrer sus calles. Visitamos las típicas tiendas de cremas y perfumes de rosas, muchísimas, estaban por todos lados.
Luego bajamos hacia el puerto por un precioso bulevar peatonal, repleto de plantas por todos lados, era muy agradable el paseo. Estaba salpicado de restaurantes, el teatro, la ópera, etc Allí se encuentra la Plaza de la Independencia.
El monumento histórico más importante de Varna son las ruinas de las termas romanas, son las mejor conservadas de la época romana en Bulgria, datadas del siglo II d.C.

A lo largo del paseo marítimo hay un parque de aproximadamente 8 km, dicen que es el más extenso de Europa, a lo largo del parque hay distintas zonas, en algunas hay algunos puestecillos de artesanía como los de la foto de la izquierda (paños de ganchillo, ahora llamado crochet).
A lo largo del parque hay algunas esculturas muy curiosas.
Más adelante encontramos el Museo Nacional Naval, donde hay maquetas con embarcaciones, piezas de artillería y helicópteros.
Comimos por allí, en un lugar muy agradable y rodeados de jardines. 



Luego nos fuimos hacia el hotel y el resto del día lo dedicamos a la playa y las piscinas del hotel, una de ellas era de aguas sulfurosas y estaba muy caliente, probamos las dos y al final acabamos en la playa dándonos el último baño.
En la playa había muchas actividades para hacer, como ir en barco y subirte a un paracaídas que controlaban desde el barco, jugar al voleibol, estaba todo muy preparado para el turismo, tanto nacional como de fuera. Y lo bueno era que había para todo tipo de edades, niños, adolescentes y entraditos en años...
Por la noche, después de cenar una vueltecita por los alrededores, que era de lo más agradable, había un gran paseo marítimo con puestecitos de artesanía.


Al día siguiente después del desayuno nos pusimos en marcha hacia Nessebar, la joya de Bulgaria o también llamada la "perla del Mar Negro", declarada Patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1983.
Es una ciudad de singular belleza. Está situada en la costa del Mar Negro. Situada sobre una pequeña península, anteriormente era una isla, que fue unida artificialmente al continente por un istmo de 400 m de longitud. Es una de las ciudades con mayor número de iglesias per-cápita del mundo.



Sus orígenes son griegos, se remontan al siglo VI a.C se fundó con el nombre de Mesembría, como colonia griega sobre un asentamiento anterior tracio, luego pasó a los romanos y posteriormente a los bizantinos, quienes levantaron decenas de iglesias, más tarde pasó a los búlgaros y posteriormente  pasaron por allí los otomanos y con ellos llegó  la decadencia. Pero resurgió de sus cenizas en los siglos XVIII y XIX, en la época del Renacimiento Búlgaro, gracias al comercio, dado el lugar estratégico que tenía.


El Casco Antiguo es espectacular, tiene un gran patrimonio cultural e histórico que podemos ver en el museo arqueológico y en sus numerosas iglesias como la Iglesia del "Cristo Pantocrátor". Sus iglesias representan los mejores ejemplos de arte tanto búlgaro como bizantino.
Con sus calles  empedradas, sus casas de madera, Nessebar tiene un encanto especial. Es un lugar muy especial y de mucho turismo.
Comimos en la terraza de uno de sus restaurantes, hicimos las típicas compras y seguimos visitando la ciudad hasta el atardecer, resultó un día muy agradable, y de allí volvimos a nuestro hotel en Varna.



Nuestro cuarto día iba a tener como protagonista la ciudad de Balchik  situada en la costa búlgara del Mar Negro, en el área de la Dobruja al noreste de Bulgaria, famosa por su palacio y su Jardín botánico. Durante la ocupación rumana de esa zona de Bulgaria, el Palacio de Balchik, toda una obra maestra de la arquitectura, fue encargada a dos arquitectos italianos. En su arquitectura se han entrelazado elementos búlgaros antiguos, góticos, orientales y moriscos. Fue la residencia de verano de la reina rumana María de Edimburgo y su familia.


Turistas de todo el mundo han visitado el Palacio y Jardín Botánico de Balchik. Esta ciudad de la zona costera del litoral búlgaro, de casas blancas distribuidas por las colinas que bordean la costa del mar, es por tradición el lugar preferido para el veraneo de turistas extranjeros y nacionales. Y el resto del año también es una zona muy animada gracias a las manifestaciones culturales que se organizan en ella durante todo el año.
El parque donde se encuentra todo esto se llama "Tehna Vuva" y fue diseñado al más puro estilo francés. Hay muchas piedras traídas de Creta, de hecho el parque es una imitación del laberinto de Creta. 


Hay además de las piedras de Creta, elementos decorativos como jarrones y elementos importados de Marruecos y otros con rasgos más orientales, además hay más de 3000 especies de plantas exóticas, árboles, flores y una colección única de cactus que hasta sirve de aula educativa de exposición viva de las distintas especies vegetales para los estudiantes de la Universidad de Sofía.
La verdad es que los jardines eran una preciosidad, pasear por aquellos parajes fue de lo más agradable, había zonas que parecían sacadas de películas, los puentes, la noria, era un placer para los sentidos.
Después de esta visita guiada al jardín botánico y al palacio, salimos hacia el puerto deportivo kavarna donde haríamos una excursión en barco con la comida a bordo.
Al día siguiente teníamos libre, sin guía, podíamos decidir lo que hacer, y nos tomamos el día libre en la playa, jugando al voleibol, las chicas montaron en paracaídas tiradas por una lancha en el mar, y otros decidimos darnos uno de esos masajes que te dejan como nuevo...


Por la noche decidimos ir a un restaurante típico búlgaro, y después de la cena hubo espectáculo, con los bailes típicos del país.
La cena fue de lo más original, tomamos entre otras cosas algo que nos llamó la atención porque aquí en España no se come: "Sarmi" que son hojas de parra rellenas de arroz, pasas y nueces, también se puede hacer con carne picada. Y en invierno se envuelve con hojas de col. Suelen hacerlo como cena de Noche buena.




En cuanto a la gastronomía, destaca por excelencia el yogur, seguido de "Tarator" (sopa fría) y si hay algo que no falta nunca en la cocina Búlgara son las ensaladas, se toman a todas horas, te las ponen en la comida, en la cena y si quieres en el desayuno, acompañan a cualquier plato. Al principio estás encantada, porque la verdad es que están muy ricas, pero ya después de quince días la coges un poco de manía, de vuelta a casa estuvimos como diez días sin probar una ensalada.






Al día siguiente después de desayunar fuimos a visitar el delfinario de Varna, , es uno de los sitios más atractivos para los turistas en el litoral búlgaro, es la mayor instalación de esta índole en los Balcanes. Pero sinceramente a nosotros, habiendo visto otros no nos gustó demasiado para las expectativas que teníamos.
Volvimos a comer al hotel y después un baño en la playita, había que aprovechar, que al día siguiente nos íbamos hacia Ribaritza, al interior de Bulgaria y ya no podríamos disfrutar de la costa.
Después del desayuno, nos despedimos de Varna, una pena, lo habíamos pasado muy bien y daba pena marcharse, pero bueno ahora tocaba montaña, íbamos hacia el interior.
Nuestro destino era Ribaritza, y de camino visitaríamos algunas ciudades más como Arbanasi, que fue el lugar donde comimos, una ciudad muy bonita y rodeada de naturaleza por todos lados. Arbanasi es un pueblo de unos 1500 habitantes, está a unos cuatro km de la antigua capital VelikoTurnovo. Fue habitado por comerciantes ricos procedentes de Albania, los cuales estuvieron protegidos por los otomanos, quienes les dejaron alzar iglesias ilustradas en su interior con un valor artístico inimaginable, como la iglesia de la Natividad, con una pintura, que muchos lo consideran lo mejor de Bulgaria.
Arbanasi en albanés significa "hombre de campo" y es que sus habitantes eran cristianos procedentes de Albania, traídos por los otomanos para trabajar estas tierras. Más atarde en el siglo XVI el gran Sultán Suleiman el Magnífico, regaló Arbanasi y alrededores a su yerno, el Visir Rustem Pasha, quien trajo grandes riquezas al pueblo, con una importante actividad comercial, se sabe que mercadearon con Europa, Asia Menor e incuso la India. Gracias a esa bonanza económica se construyeron esas casa tan grandiosas, iglesias y monasterios, no reparaban en gastos. Allí trabajaron los mejores artesanos. Todo esto terminó debido a los ataques por parte de los turcos, por lo que gran parte de la población emigró a otras ciudades como Veliko Turnovo. Por fortuna aun hoy se conserva ese estilo arquitectónico tan particular en las viviendas.


Veliko Tarnovo fue la capital de Bulgaria en época de mayor esplendor del Imperio Búlgaro, en la alta edad Media. Más tarde pasaría a serlo Sofía. Los muros de la Fortaleza de Tsarevets son el reflejo de una época esplendorosa, asomada al río Yantra, en el filo de un precipicio, es una de las vistas más interesantes y recomendables.
Pasear por sus calles es una sensación única, parece de otra época.
Es una ciudad que vive principalmente de la industria textil y del turismo.
Después de hacer algunas visitas obligadas, pasear por sus calles y visitar la Fortaleza histórica de Tzarevetz, nos fuimos hacia nuestro nuevo hotel situado en Ribaritza, entre las montañas, en plena naturaleza. El paisaje era espectacular. Venía muy bien después de los días tan ajetreados entre visitas turísticas y días de playa. Además allí había diversidad de juegos como el paintball.

Al día siguiente después de desayunar, salimos hacia el pueblo típico-folklórico de Oreshak, que pertenece al municipio de Troyan, provincia de Lovech. Sin duda el monumento más importante de la región es el Monasterio de Troyan, a orillas del río Cherni Osam, es uno de los lugares históricos y culturales más importantes de Bulgaria.
El Monasterio de Troyan que oficialmente se llama "El Monasterio de la Asunción de María" es el tercero de tamaño del país, tras el de Bachkovo y el de Rila. El de Troyan a diferencia de estos dos más antiguos, no tiene origen medieval, fue fundado por un monje que venía de la zona que actualmente es Grecia, pero en ese tiempo era territorio de Bulgaria.
Al día siguiente después de desayunar nos marchamos para la capital Sofía, descansamos del viaje, luego comimos en el hotel y después del café nos fuimos a visitar el Museo histórico Nacional, fue muy interesante, está situado a las afueras de la ciudad, a unos 7 km, con sede en el Palacio Boyana contiene más de veintidós mil objetos, los cuales nos van descubriendo su historia a lo largo de los años, hasta 1945. Tiene muchos tesoros, pero los más destacados son el tesoro tracio de Rogozen en plata pura labrada y el tesoro tracio de Panagyurishe, en oro macizo, luego nos podemos encontrar con armaduras medievales, ánfoas griegas y una importante colección de iconos búlgaros.
De ahí nos fuimos a cenar a un lugar inmejorable, un restaurante en el punto más alto de Sofia, desde donde se divisaba una panorámica de Sofía espectacular.
Catedral de Alexander Nevski
Al día siguiente fuimos a un tour  guiado por Sofía, muy interesante. Visitamos lugares como el edificio St. George Rotunda, la Iglesia Rusa, la Catedral Alexander Nevski etc.
[Sófia] como la llaman ellos, con la tónica sobre la "o" y no sobe la "i" como decimos nosotros, es una ciudad muy peculiar, con sus calles empedradas, sus viejos tranvías, tiene ese sabor a un tiempo pasado no tan lejano al comunismo. En sus calles se custodian joyas bizantinas u otomanas. Los curiosos sacerdotes ortodoxos en esas iglesias tan peculiares llenas de velas que se encienden y se apagan a todas horas...
todo esto contrasta a veces con elementos más modernos, se va notando cierta apertura a la Europa más actual. 



Iglesia Rusa



Pasear por sus calles es muy curioso para los turistas, pues hay grandes contrastes entre los lugares muy modernos y actuales como algunos "Pub" a la última y los antiguos bloques de pisos soviéticos, donde los Porsches adelantan a los viejos tranvías y a los antiguos autobuses.
También llaman la atención los carteles en alfabeto cirílico, muy distinto al nuestro, pero precisamente para facilitar a los turistas también en algunos lugares usan debajo el alfabeto latino, como en las estaciones de metro, que por cierto solo existe una línea, en constante crecimiento, cada cierto tiempo se añade una estación.
Una de las paradas más interesantes fue en el mercadillo de la Plaza de Alexander Nevsky, es un enorme mercado de artesanía con artículos muy interesantes, incluyendo antigüedades de la era comunista, juguetes hechos a mano, bordados, tallas de madera etc. Fue muy divertido, porque ya nos advirtió el guía que aquí nadie compra sin regatear y hubo dos obstáculos, uno el idioma y dos la forma  que tienen de  afirmar y negar que es contraria a la nuestra. Ellos cuando quieren decir "no" asienten con la cabeza de arriba abajo, como aquí decimos sí. Y cuando quieren decir "Sí" mueven la cabeza horizontalmente de izquierda a derecha como si quisieran decir no. Al principio cuesta, pero al final acabas acostumbrándote.





Al día siguiente fuimos al Monasterio de Rila,  Patrimonio de la Humanidad, está situado en las Montañas de Rila, en la parte occidental de Bulgaria, como a 120 km aproximadamente de Sofía.
Este Monasterio fue fundado en el siglo X por un cortesano búlgaro llamado Ivan Rilski, un ermitaño canonizado por la Iglesia Ortodoxa.
Este ermitaño se retiró a las montañas de la cordillera de Rila, y se cuenta que vivió en el hueco de un árbol tallado en forma de ataúd.




Al final de su vida fundó el monasterio para albergar a todos los monjes ermitaños que después le siguieron. Su tumba se convirtió en un sitio sagrado y el Monasterio cada vez se iba transformando en un complejo mayor. Desempeñó un papel importante en la vida espiritual y social de la Bulgaria medieval. A principios del siglo XIX fue destruido parcialmente por un incendio y fue reconstruido. El monumento es todo un ejemplo de la "Resistencia Búlgara" (siglo XVIII al XIX) y simboliza el sentimiento de identidad cultural eslava, después de siglos de ocupación por el Imperio Otomano.
En el Monasterio las pinturas bizantinas están muy bien retauradas, los techos y bóvedas contienen imágenes bíblicas, están muy bien conservadas.

Al día siguiente, después de desayunar nos pusimos en marcha para visitar la ciudad de Koprivshtitza, y visitar las bodegas de vino "Starosel", que por cierto nos gustaron mucho, nos ofrecieron una degustación de distintos vinos de la tierra.
Koprívshtitza es una pintoresca villa serrana, situada entre montañas en el centro de Bulgaria. Es una villa museo de muchos contrastes por un lado está lleno de casas de la época del Renacimiento Nacional (s. XVIII y XIX) cuyos  habitantes luchaban por la liberación de Bulgaria del dominio otomano.

Por otro lado parece que viajamos atrás en el tiempo, con carromatos antiguos y aperos agrícolas de otro tiempo paseando por sus calles empedradas.
La verdad es que esta ciudad está llena de contrastes porque por un lado está lleno de monumentos arquitectónicos de la época, 383 en total, la mayoría de los cuales han sido restaurados en su apariencia original. También se conservan colecciones de tesoros etnográficos, armas antiguas, obras del Renacimiento Nacional, trajes típicos y joyería búlgara.
En Koprivshitsa desde 1965 se celebra el Festival Nacional de Folclore búlgaro cada cinco años, reúne músicos, artistas y artesanos de toda Bulgaria.
La Casa del revolucionario búlgaro Tódor Kábleshkov (imagen derecha) es una de las casas más bonitas de Koprivshitza típica del Renacimiento búlgaro.
Este señor, fue el primero en dedicarse a traducir al búlgaro la novela "El Conde de Montecristo" de Alejandro Dumas, aunque quedó inconclusa por los acontecimientos acaecidos durante la lucha por la liberación. Este señor estudió en el liceo francés de Estambul tres idiomas, turco, francés y griego. Cuando le capturaron y le preguntaron por qué luchaba contra los otomanos, su respuesta fue "No puedo ver a mi pueblo sufrir, todas la naciones vecinas consiguieron su libertad, solo nosotros seguimos siendo esclavos" por su sinceridad ordenaron no encarcelarlo, simplemente meterlo en una habitación vigilado por unos policías turcos, pero consiguió quitarle al policía la pistola y puso fin a su vida. Tenía apenas 25 años.
 
Al día siguiente teníamos una excursión a Plovdiv, una visita guiada a la ciudad y tiempo libre para compras. Por último comeríamos en un restaurante tradicional.
Uno de los motivos por los que Plovdiv puede presumir ante Europa es por ser la ciudad habitada más antigua el Viejo Continente y una de las más antiguas del planeta. Hay evidencias históricas de haber estado habitado desde el año 6000 a.C. Aunque en la lucha por este título compiten también ciudades como Alepo y Damasco en Siria, Jericó en Cisjordania o Biblos y Beirut en Líbano, entre otras.
Plovdiv fue una e las grandes urbes del imperio romano de Oriente, con un importante legado romano, como el antiguo anfiteatro (foto superior) construido en el siglo II d.C. por el emperador Trajano. Se situa en la parte vieja de la ciudad  y cada año en verano se utiliza para conciertos y representaciones teatrales por su excelente acústica y su singular emplazamiento, ya restaurado es el mejor conservado de los Balcanes.
Como la ciudad de Roma, Plovdiv se asentó sobre siete colinas de las cuales hoy sólo quedan seis, ya que una de ellas tuvo que allanarse para poder poner adoquines a sus calles peatonales, que forman el eje comercial de a ciudad. Es una ciudad para recorrer a pie, tiene un tamaño medio que permite perfectamente hacerlo.
De Plovdiv volvimos a Sofía, tuvimos unos días más por delante antes de volver a Madrid, días libres y sin guía, para movernos libremente por Sofía. Como dije al principio, un viaje inolvidable.