Voy a enseñaros como quedó un baúl familiar que rescaté de un trastero y que llevaba ahí más de cincuenta años.
Estaba totalmente deteriorado, le faltaba madera y algunos trozos de metal, pues me puse manos a la obra..."operación rescate".
Primero comencé a restaurarle por dentro, estaba forrado de papel, pero el papel estaba muy deteriorado, lo retiré humedeciendo el papel con un trapo mojado en agua caliente, no demasiado mojado para no deteriorar la madera. Para hacerlo me ayudé de una espátula y así fui quitando todos los restos. Una vez limpio de papel, comencé con el exterior.
Primero se le hace una buena limpieza con alcohol de limpiar, que no es el mismo que se usa para curar las heridas. Una vez limpio se comienza por limpiar el metal con lana de acero, y se quita todo el óxido.
Luego nos ponemos con la madera, primero reponiendo los trozos que falten y luego lijando y limpiando la madera que tenemos para que quede toda por igual.
En este baúl concretamente, en la parte de abajo hubo que añadir una chapa metálica, porque como podéis ver en el foto, estaba rota. Lo recorté y lo sustituí con una lata de Coca-Cola recortada (se cortan los círculos de arriba y abajo y nos quedamos con el cilindro, que recortaremos por un lateral y extenderemos para que nos quede un rectángulo, luego clavaremos en la parte a rematar.
Una vez terminado los remates, procedemos a pintar el metal, en este caso con pintura de forja, que imita perfectamente la forja, que tiene una especie de "granillo".
Una vez terminado los remates, procedemos a pintar el metal, en este caso con pintura de forja, que imita perfectamente la forja, que tiene una especie de "granillo".
Ahora nos ponemos a barnizar la madera con el barniz apropiado y el tono que más nos guste.
Por último comenzamos a forrarle por dentro, podéis hacerlo en tela o en papel. Yo elegí un papel de pared estilo inglés y quedó muy bien.
Lleva mucho trabajo, pero merece la pena.
Os enseño otros baúles que he ido restaurando:
A partir del siglo XVI lo utilizaban las mozas, para guardar su ajuar, que luego se llevaban a sus casas el día que se casaban. Luego algunas lo acababan convirtiendo en cómodas para sus habitaciones.
Más tarde con la Revolución Industrial y los nuevos transportes, como los primeros barcos y trenes, los pasajeros adinerados que viajaban en estos medios, usaban los baúles para llevar sus prendas de vestir y sus objetos más personales.
Actualmente son las personas a las que les gustan las antigüedades o los coleccionistas los que le dan el valor que merece a los baúles.
Os enseño otros baúles que he ido restaurando:
Este modelo es muy original, tiene un cajón debajo.
Desde la época de los Egipcios que utilizaban los baúles para guardar sus más preciados tesoros, han pasado a tener distintas utilidades, así como en la época medieval lo utilizaban principalmente para guardar y transportar objetos, además lo utilizaban como mesa auxiliar e incluso como asiento. Solían ser artesanales y eran encargados por personas adineradas y miembros de la nobleza.A partir del siglo XVI lo utilizaban las mozas, para guardar su ajuar, que luego se llevaban a sus casas el día que se casaban. Luego algunas lo acababan convirtiendo en cómodas para sus habitaciones.
Más tarde con la Revolución Industrial y los nuevos transportes, como los primeros barcos y trenes, los pasajeros adinerados que viajaban en estos medios, usaban los baúles para llevar sus prendas de vestir y sus objetos más personales.
Actualmente son las personas a las que les gustan las antigüedades o los coleccionistas los que le dan el valor que merece a los baúles.
Se pueden empapelar con papel (el que se utiliza para empapelar paredes) y lo podéis pegar con cola blanca o bien con tela, que aunque parezca más difícil, no lo es.
Para empapelar con tela es aconsejable utilizar planchas de espuma, que lo podéis encontrar en tapicerías, del grosor que mejor os encaje, se pone con grapas. Una vez puesta la espuma sobre la madera, se cubre con la tela. La tela tiene que estar muy tirante, se pone también con grapas.
Las grapas se tapan con unos cordones o cintas decorativas que podéis encontrar en las mercerías.
Baúl clásico
¡Esto es ARTE! Qué amiga mas trabajadora tengo, madre mía.
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